Ingredientes:
Para la masa:
220gr. de harina de fuerza
80gr. de harina floja
25gr. de levadura fresca
80ml. de leche
10ml. de anís
1 huevo
5gr. de azúcar avainillado
30ml. de miel
40gr. de mantequilla
Una pizca de sal
Para la glasa:
100gr. de azúcar glass por cada clara de huevo(preferiblemente pasteurizada, ya que su proceso no aplica temperaturas)
Elaboracion:
Mezclar, tamizar las harinas y formar con estas un cráter sobre la superficie de trabajo.
Mezclar en un bol, la mantequilla fundida, la sal, la miel, el huevo, el azúcar avinillado y la leche tibia.
Incorporar a este batido la levadura, trabajándolo hasta que resulte una mezcla homogénea.
Con mucho cuidado introducir esta mezcla en el cráter de harina, amasando de dentro hacia fuera hasta que la masa quede lisa, elástica y se despegue de la superficie con facilidad, trabajando este resultado durante 20 minutos.
Cubrir la masa con un paño de lino y dejar fermentar una hora y media.
Pasado este tiempo extender con un rodillo dejando una superficie de medio centímetro.
Con ayuda de unos corta pastas cilíndricos, o en su defecto con cualquier molde, formar los donuts, los cuales cubriremos con el paño de nuevo y dejaremos fermentar 50 minutos mas.
Pasado este tiempo los freiremos de uno en uno en abundante aceite a 180ºC, los escurriremos en aceite absorbente y les aplicaremos la glasa.
Partiendo de una glasa neutra la cual conseguimos batiendo enérgicamente durante unos minutos las claras con el azúcar glass hasta conseguir una mezcla lechosa y homogénea, podemos hacer cuantas variantes queramos, añadiendo mermeladas, café soluble, chocolate, o colorantes alimentarios, en este caso yo los he glaseado con café, fresa, glasa neutra o simplemente diluyendo esta glasa con unas cucharadas de agua tibia para aligerar, consiguiendo el brillo de los donuts clásicos.
La glasa nos puede aguantar 4 dias en la nevera, atemperándola antes de cada uso y aplicandola siempre mientras los donuts siguen calientes.
Para esta receta salen unos 8 donuts, estos los podemos congelar, dejando la noche de antes, dentro de la nevera, para que este perfecto por la mañana.
